Kon el Rabo Enroskado

Hace ya unos meses, os presentamos la portada de nuestro primer álbum, Odas Mágicas. En esa entrada, que podéis encontrar en el siguiente enlace, explicábamos el porqué de ese título; en esta, pretendemos hacer lo mismo pero con nuestro segundo álbum, Kon el Rabo Enroskado.

Empezamos esta entrada como empezamos aquélla. Según la RAE, rabo es una palabra polisémica que tiene, entre otros que no vienen al caso, los siguientes significados:

  • Cola (|| extremidad de la columna vertebral de algunos animales).
  • Cosa que cuelga a semejanza de la cola de un animal.
  • Trapo u otra cosa que por burla se prende por detrás del vestido de alguien.
  • Pene del hombre.
  • En ciertos países de Sudamérica, nalgas (|| porciones carnosas y redondeadas).
  • En Costa Rica, persona que gusta de andar siguiendo o acompañando a otras.

Por otra parte, enroscar tiene las siguientes acepciones:

  • Poner algo en forma de rosca.
  • Introducir algo a vuelta de rosca.

Y rosca:

  • Cosa en forma de círculo u óvalo, con un agujero en medio.
  • Cada una de las vueltas de una espiral, o el conjunto de ellas.
  • Resalto helicoidal de un tornillo o tuerca.
  • En Arquitectura, faja de material que, sola o con otras concéntricas, forma un arco o bóveda.

El título tiene, pues, un sinfín de interpretaciones. Esto nos gustaba porque refuerza lo que pregonamos de nuestras letras: encierran una altísima carga de lirismo, por lo que se debe hacer varias lecturas de las mismas antes de poder llegar al verdadero – y, por tanto, oculto y , en ocasiones, peligroso, cegador – mensaje.

“Rabo enroscado” hace referencia, huelga decirlo, al rabo del gorrino, nuestro animal fetiche y el que da nombre a nuestra banda. De niños, todos dibujamos los cerdos con su típico rabo en forma de tirabuzón. Éste es un rasgo distintivo de su especie – como el hocico. Algo que los define y, por eso mismo, nos define también a nosotros, GorrinoZ, y a vosotros, CochinilloZ. El “rabo enroscado” es, por lo tanto, un símbolo. Y, como símbolo, cuando alguien lo ve, de algún modo, se ve forzado a pensar – sin poder evitarlo, de ahí el poder del símbolo – en aquello a lo que el símbolo hace referencia: cerdos, GorrinoZ, CochinilloZ. Además, como buen símbolo que es del animal al que representa, en él encierra la esencia del mismo. Este álbum encierra, de este modo, la esencia de GorrinoZ, como el rabo enroscado encierra la esencia del gorrino – aquel que haya comido cochinillo al horno y haya disfrutado de la suerte de que el rabo caiga en su plato sabe muy bien de qué estamos hablando.

Por supuesto, nos hacía gracia la asociación rabo – pene. ¿Cómo no? Somos así de primarios –  a la par que podemos ser muy complejos en otras ocasiones. Todos los hombres pensamos “pene” cuando oímos la palabra “rabo” – sobre todo, en determinados contextos. Y un pene que se enrosca como la cola de un cerdo nos hacía mucha gracia. ¿Por qué no reconocerlo? Quedarse en esa gracia, sin embargo, en esa primera lectura, sería no llegar al fondo del asunto y aún se puede profundizar mucho más en el porqué de la elección de la palabra “rabo” para el título. Está claro que un “rabo” no es un pene normal, no; un “rabo” es un pene enorme, majestuoso, potente, un pene del que uno se siente orgulloso – no nos imaginamos a alguien con un micropene diciendo “mira que rabo tengo, nena”, es imposible. Así, la palabra “rabo” hace referencia a la potencia de nuestra música. Además, el rabo del cerdo se puede estirar. Si se le toca la espalda con suficiente habilidad – y cariño -, el cerdo estira su cola hasta enderezarla. Así pues, el disco está “Kon el Rabo Enroskado”, o sea, flácido, mientras está en su caja; pero, al pincharlo y empezar a sonar la música, el “rabo” se endereza, mostrando toda su potencia.

kon el rabo enroskado

El cerdo, al ser acariciado con maestría y cariño, endereza su rabo con velocidad pasmosa.

El rabo enderezado ya no está enroscado – en el sentido de tener forma circular u ovalada y con una agujero en el medio. Más, se puede enroscar, o sea, se puede introducir en algo a vuelta de rosca. Y eso es precisamente lo que hace nuestra música; a base de ir escuchándola, a base de ir descubriendo las diferentes lecturas de las letras,  a base de ir machacándote con sus ritmos y sus melodías, se introduce en tu cerebro poco a poco, siendo cada nueva escucha un paso de rosca más hacia lo más profundo de tu inconsciente, de tu esencia, de tu ser.

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Kon el Rabo Enroscado, GorrinoZ, 2013

Nos encanta esta portada, lo tiene todo. El culo de un gorrino, de un cerdo, con su rabo enroscado característico, símbolo de estos animales – a los cuales adoramos, como ya hemos dicho en incontables ocasiones -, sobre un fondo rosado, color con que suele pintarse a estos animales – aunque no todas las razas de cerdo tengan ese color. Recordemos que, según la RAE, en algunos países de Sudamérica, la palabra rabo hace referencia a las nalgas, al culo. El cerdo está marcado con el logotipo de la banda, ¿cómo no? Cerdo sobre cerdo. Este álbum es doblemente GorrinoZ. La tipografía es de lo más adecuada. Unas letras que parecen escritas por una persona simple, sin estudios, sin cultura, como si las hubiera escrito un niño muy pequeño o un analfabeto, pero que, como hemos visto, forman una frase con una gran complejidad semántica. He ahí la clave de todo Arte que pretenda serlo con mayúscula: sencillo en apariencia, complejo en el fondo. Fondo al que sólo es posible acceder mediante la reflexión – mediante el uso del raciocinio, unas veces, o mediante la ausencia total del mismo, en otras.

¡¡Larga vida al Rabo Enroskado!!

¡Oink, oink!

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