Brown-storm With Hailstones

Brown-storm With Hailstones es el decimocuarto tema de nuestro segundo álbum, Kon el Rabo EnrosKado, y representa una nueva incursión en la lengua de Shakespeare tras la inolvidable “(Your son is a) Flute Dog”. Aunque, en esta ocasión, el tema es totalmente distinto.

Ser soltero hoy en día, en la era del porno en Internet, es algo muy arriesgado. El soltero se enfrenta a múltiples peligros cada vez que se decide a entablar conversación con una desconocida con afán de darle un poco de cariño – “Ni para el más imbécil es ningún secreto / que la gente cambia sexo por un poco de cariño”, decían Ilegales en su tema “Mi deporte favorito“. Esto es debido a la extensión de la aceptación de prácticas sexuales poco o nada salubres.

Sí, amigos, dicen que en el amor y en la guerra todo vale pero, al contrario que en la guerra, donde encontramos tratados internacionales que prohíben ciertas prácticas como la utilización de armas químicas o nucleares, en el amor no existe ninguna regulación de este tipo – lo que nos expone a grandes peligros. Y, sinceramente, todo tiene un límite. Nos referimos, ¿cómo no?, a prácticas aberrantes como la coprofilia o la lluvia dorada. Por favor, si os gusta practicar alguna de estas aberraciones sexuales, avisad a quien se acerque a vosotros con románticas intenciones antes de que sea demasiado tarde. Sobre todo si estáis mal del estómago.

brown-storm with hailstones

Antes que poner una foto que plasme las prácticas sexuales de las que trata esta entrada, preferimos poner una foto del más famoso de los crooners.

Musicalmente hablando, se trata de un tema al estilo de los grandes crooners de la historia como Sinatra, Crosby, Darin o Bennet. Una orquestilla, un ritmillo molón, una sección de vientos potente y el arte del crooner son los ingredientes de esta maravilla.

Oink, oink!

Brown-storm With Hailstones

Resting in peace on the dock of the bay,
I met a gorgeous fat-bottom girl.
She made the Earth move under my feet.
I fell in love with her. I fell down on my knees. 

We’d got a date the following night.
I took her out to a romantic dinner.
She ate lots of clams and oysters as a starter
and beans with chilli peppers as a main course. 

Licking her ass at home on the bed,
I didn’t take care with several thunders.
I swallowed down her dreadful air and tasted…
Brown-storm with hailstones. 

It was our first and last date.
Brown-storm with hailstones.
I was fed with some hot stuff.
Brown-storm with hailstones.
That was something unexpected.
Brown-storm with hailstones.
I don’t wanna eat no more…
Brown-storm with hailstones. 

I will always blame her because
I look like a brown James Olmos now.
I threw away my smelly burnt sheets.
I wasted tones of air freshener but stinks. 

Three weeks later… she insists on ringing.
Three weeks later… I’m still having a shower.
Three weeks vainly… I’ve been brushing my teeth.
Three weeks tasting… Brown-storming with hailstones. 

It was our first and last date.
Brown-storm with hailstones.
I was fed with some hot stuff.
Brown-storm with hailstones.
That was something unexpected.
Brown-storm with hailstones.
I don’t wanna eat no more…
Brown-storm with hailstones. 

Shit, shit, shit,… What a shit!
Shit, shit, shit,… Shit on my teeth!
Shit, shit, shit,… Ain’t no funny!
Shit, shit, shit,… Nasty bull shit! 

It was our first and last date.
Brown-storm with hailstones.
I was fed with some hot stuff.
Brown-storm with hailstones.
That was something unexpected.
Brown-storm with hailstones.
I don’t wanna eat no more…
Brown-storm with hailstones.

Safe Creative #1309095739451

La Historia 1000 VeZes Contada

La Historia 1000 VeZes Kontada es el decimotercer tema de nuestro segundo álbum, Kon el Rabo EnrosKado, y es un blues inspirado en los clásicos blues del Delta del Mississippi.

Existe una historia – con minúscula – que ha sido contada una y otra vez a lo largo de la Historia – con mayúscula. Es una historia que podríamos llamar arquetípica. Es un mito que ilumina – o, al menos, lo intenta – una de las pasiones más oscuras del ser humano: la envidia – que es muy mala.

la historia 1000 vezes kontada

Esta fotografía ha sido y es relacionada con la envidia. Erróneamente, a nuestro juicio. Si algo podía envidiar Sofía de Jayne no eran precisamente sus pechos.

Siempre es lo mismo: un hombre de avanzada edad, gordo, feo, casi grotesco, pero con un gran poder – no sólo económico – que mantiene relaciones o se casa con una joven y bella señorita a quien triplica la edad. El mito dice que la joven y bella señorita está con el orondo anciano sólo por su dinero y no por estar enamorada. También suele afirmarse que el poderoso caballero sólo está con la joven por su belleza, para aparentar, para demostrar al mundo que el dinero y el poder todo lo pueden. En definitiva, que esa relación no es, en realidad, de índole amorosa.

Pues bien, bajo nuestro punto de vista esta es una interpretación demasiado simple de la historia, debida a una errónea comprensión de la naturaleza última del Amor; error que tiene su origen en lo más profundo de la moral cristiana imperante. El Amor consiste, en nuestra opinión y siempre en caso de que éste exista, en que dos personas encuentran la una en la otra lo que cada una de ellas más desea – por carecer de ello -, completándose entre ellas, formando una unión que es más valiosa que la suma de las partes por separado. Así pues, si un adinerado jubilado puede satisfacer las carencias monetarias y de poder de una bella jovencita al tiempo que ésta satisface las carencias de belleza y juventud de éste… eso es AMOR – con mayúsculas – y, por lo tanto, la historia siempre ha sido mal interpretada. Y la razón de esta mala interpretación que perdura hasta nuestros días es que, de estar GorrinoZ en lo cierto – que lo estamos -, ese amor va en contra de la moral cristiana en la que hemos sido educados desde niños y de la que tan difícil resulta desprenderse.

la historia 100 vezes kontada

Salta a la vista que hay mucho AMOR entre esta pareja.

De ahí que antes afirmáramos que el mito trata de la envidia, puesto que el error en su interpretación está enraizado en ese pecado capital – tan común. La moral cristiana nos enseña, con sus propios mitos como Sansón y Dalila, que en ese tipo de relaciones no puede existir el amor. Y lo hace, precisamente, para que aquellos que sienten envidia de la feliz pareja, encuentren consuelo engañándose a sí mismos repitiendo una y otra vez: “Sí, lo tienen todo; todo menos el Amor.” De este modo, al privar a los envidiados del Amor, la envidia desaparece – al menos, por unos instantes.

Como el tema es mítico y arquetípico y versa sobre algunas de las pasiones más bajas del ser humano, el género musical que mejor se adaptaba era el blues “arrastrao” – al estilo de los grandes bluesmen del delta de Mississippi. Simple y directo.

¡Oink, oink!

 

La Historia 1000 VeZes Kontada

Una historia 1000 veces contada,

nunca bien interpretada…

Una historia 1000 veces contada

nunca bien interpretada…

Él buscaba aparentar;

ella tan sólo quería medrar.

 

Él era viejo y gordo

pero su anillo era de oro.

Lo mismo que sus cadenas,

sus gemelos y su pitillera.

Ella estaba fascinada

por el brillo de sus joyas.

 

Una historia 1000 veces contada,

nunca bien interpretada…

Una historia 1000 veces contada

nunca bien interpretada…

Él buscaba aparentar;

ella tan sólo quería medrar.

 

Ella era joven y bella;

todos querían yacer con ella.

Su cabello era de oro;

entre sus piernas, un tesoro.

Él cayó hipnotizado

por el vaivén se sus perolas.

 

Una historia 1000 veces contada,

nunca bien interpretada…

Una historia 1000 veces contada

nunca bien interpretada…

Él buscaba aparentar;

ella tan sólo quería medrar.

 

Los brazos entrelazados,

por el bulevar paseaban.

Para demostrar que era suya

el culo le magreaba.

Pero ella no se ofendía:

lo que quería él le compraba.

 

Una historia 1000 veces contada,

nunca bien interpretada…

Una historia 1000 veces contada

nunca bien interpretada…

Él buscaba aparentar;

ella tan sólo quería medrar.



Safe Creative #1309095739468

EL Kanal de Gibraltar

El Kanal de Gibraltar es el duodécimo tema de nuestro segundo álbum, Kon le Rabo EnrosKado, y, como va a quedar claro en las siguientes líneas, versa sobre uno de nuestros temas preferidos.

Tetas, tetas, tetas, tetas… ¡cómo nos gustan las tetas! Y… Culos, culos, culos, culos,… ¡cómo nos gustan los culos! ¡Cómo nos gustan las tetas y los culos! Sí, sé que ya los sabíais por nuestro primer tema, el impresionante “Tetas y Kulos“, pero no por ello vamos a dejar de pregonarlo.

El tema que os presentamos en esta entrada, amigos, GorrinoZ como nosotros, tiene su origen en la siguiente anécdota veraniega. Nos encontrábamos en la playa, gozando del sol, refrescándonos en el mar y, cómo no, contemplando el paisaje – y por paisaje queremos decir tías buenas. El caso es que estábamos tan ricamente disfrutando de esa magnífica tarde de verano, cuando apareció ante nosotros una chica especialmente atractiva, posó su toalla en la arena frente a nosotros – alguien dijo: ¡Vaya piernas! –  y empezó a quitarse la ropa para quedarse en bikini. Empezó quitándose los pantalones cortos, muy cortos – otro dijo: ¡Vaya culo! Y acabó quitándose la camiseta, amplia, vaporosa – se oyó: ¡Y vaya canal de Gibraltar! Y estallaron las risas.

Todo el mundo sabe que al entreteto se le suele llamar canalillo; hasta ahí muy bien. Pero ¿canal de Gibraltar? Si en realidad, eso es un estrecho. Aún así, ese error geográfico, apoyado por la turbadora visión de la escultural señorita y por las risas que nos echamos, para nosotros significó pasar a usar esa denominación para el entreteto de forma permanente, o casi.

Años más tarde, celebrando una fiesta en un bar, observamos que una de las camareras tenía un canalillo muy sugerente, en el que acomodaba la coleta con la que recogía sus largos cabellos. Alguien dijo: ¡Mirad, qué canal de Gibraltar! Eso sirvió de detonante para que la inspiración se desatara. Gracias a ello, hoy podemos disfrutar de esta magnifica apología del entreteto – y de la raja del culo, también.

Musicalmente hablando, para nosotros es la aparición de un nuevo estilo musical: Punk Tekno Guitarrero – por llamarlo de alguna manera. La base rítmica de las estrofas es rollo tekno suave, con unos arpegios de teclado y una batería electrónica, con una cadencia hipnótica, incluso algo anodina; la del estribillo, sin embargo, es más industrial, brutalista, para acentuar la importancia del mensaje. Todo ello bastante impersonal, inexpresivo; lo que contrasta con la guitarra, cuya distorsión y el uso del “Wha” dotan al tema de una gran sonoridad, y la voz, psicótica y enfermiza, que confieren al tema altas cotas de expresividad.

Debemos confesar que, en un principio, llegamos a dudar de que la fórmula pudiera funcionar pero, al final, el resultado ha sido una grata sorpresa. Esperamos que os sorprenda y os guste tanto como a nosotros.

¡Oink, oink!

El Kanal de Gibraltar

Cuando ando perdido
en la oscura noche,
el Canal de Gibraltar
señala mi  Norte.

No necesito mapas,
brújulas tampoco;
mi mejor guía es
un buen par de cocos.

Sacúdelas, sacúdelas.
¡Que tiemble Gibraltar!
Sacúdelas, sacúdelas.
¡Que tiemble Gibraltar!
Sacúdelas, sacúdelas.
¡Que tiemble Gibraltar!
Sacúdelas, sacúdelas.
¡Que tiemble Gibraltar!

Serpentea tu coleta.
¡Ay, si fuera mi colita!
En el valle que forman
los peñones de Hércules

Son dos rocas grandes
que cuando las frotas
saltan muchas chispas
que encienden mis partes.

Sacúdelas, sacúdelas.
¡Que tiemble Gibraltar!
Sacúdelas, sacúdelas.
¡Que tiemble Gibraltar!
Sacúdelas, sacúdelas.
¡Que tiemble Gibraltar!
Sacúdelas, sacúdelas.
¡Que tiemble Gibraltar!

Quiero embarrancar,
en ese angosto canal,
mi submarino “nucelar”
sin conflicto internacional.

Sacúdelas, sacúdelas.
¡Que tiemble Gibraltar!
Sacúdelas, sacúdelas.
¡Que tiemble Gibraltar!
Sacúdelas, sacúdelas.
¡Que tiemble Gibraltar!
Sacúdelas, sacúdelas.
¡Que tiemble Gibraltar!

Si me dan la espalda
y pierdo el rumbo,
el estrecho de Panamá,
por suerte, vislumbro.

Apunto el astrolabio
un poco más abajo.
Ambos puntos enlazados
por el mismo meridiano.

Sacúdelas, sacúdelas.
¡Que tiemble Panamá!
Sacúdelas, sacúdelas.
¡Que tiemble Panamá!
Sacúdelas, sacúdelas.
¡Que tiemble Panamá!
Sacúdelas, sacúdelas
¡Que tiemble Panamá!
Sacúdelas, sacúdelas.
¡Que tiemble Gibraltar!
Sacúdelas, sacúdelas.
¡Que tiemble Gibraltar!
Sacúdelas, sacúdelas.

¡Que tiemble Panamá!
Sacúdelas, sacúdelas.
¡Que tiemble Gibraltar!

 

Safe Creative #1305235146424

 

Señorite

Señorite es el decimoprimer tema de nuestro segundo álbum, Kon el Rabo enrosKado, y representa un homenaje a uno de nuestros músicos favoritos, Lemmy Kilmister, y su banda, Motörthead.

señorite

El maravilloso cuadro sobre estas líneas se titula “En los días de Safo“. Safo de Mitilene, o Safo de Lesbos, era una poetisa que vivía en la isla griega de Lesbos allá por el siglo V a. C. Parece ser que habitaba dicha isla acompañada de un grupo de mujeres jóvenes que, según los historiadores, estaban a su cargo para su instrucción y diversión – sobre todo diversión, según se desprende del resto de la historia. Éste es el origen de la palabra “lesbiana”- que, salta a la vista, deriva del nombre de la isla. Como bien se puede observar, según la genial interpretación de John William Godward, autor del cuadro, la primera lesbiana conservaba toda su femineidad – pelo largo, mejillas sonrosadas, cuerpo sinuoso. Sin embargo, hoy en día, muchas lesbianas reniegan de esa femineidad actuando y vistiéndose como varones. Sobre éstas últimas trata este tema que aquí os presentamos: aquellas a las que llamamos “lesbiana marimacho” o “lesbiana tipo camionero”  – siempre sin ánimo de ofender.

señorite 2

Esto es lo que aparece en Internet si buscas “marimacho”.

Según nuestra humilde opinión, el lesbianismo no es algo heredado – no se nace siendo lesbiana – sino algo adquirido – una se hace lesbiana por diversas circunstancias que la empujan a ello. Pero, como las lesbianas – y, en general, todo tipo de homosexuales – aseguran siempre haber nacido así, estamos dispuestos a aceptar esa afirmación como válida. De manera que, tomando esa premisa como cierta, deberíamos poder distinguir a una lesbiana de entre un grupo de niñas, desde muy temprana edad, simplemente mediante la observación de su conducta.

Lógicamente, el ideal de hombre al que aspiran a parecerse este tipo de lesbianas es aquel que representa todo lo contrario a la femineidad, un hombre de masculinidad desbordante: rudo, agresivo, desaseado, rebelde – puesto que ellas se sienten así. Suelen vestir camisas de franela, pantalones tejanos – una talla mayor a la correspondiente para ocultar sus formas femeninas – y botas de motero o militares. También suelen llevar el pelo corto y lucir tatuajes tipo carcelario – cuanto más fea, menos femenina, piensan. Creen que así podrán ligarse a las más hermosas mujeres – estas sí, muy femeninas – para poder dedicarse a su vicio favorito: el tribadismo – por lo que sus tejanos suelen tener la entrepierna muy desgastada.

Musicalmente hablando, tal como se ha comentado en la introducción de este artículo, se trata de un homenaje a Lemmy Kilmister y sus  Motörhead. Así pues, se trata de un Punk Rock muy cañero.

Señorite

Desde su nacimiento
su familia sospechaba:
“Este bebé es raro,
su conducta es extraña.
Lo acercas al pezón,
se agarra fuerte a la teta
pero, al saciar su hambre,
el pecho no lo suelta.”

En sus años de escuela,
no quería la bata rosa;
no jugaba con muñecas,
prefería la pelota.
Ya en el instituto,
halterofilia practicaba.
Y en lugar de depilarse
prefería afeitarse.
Camisa de franela,
el pelo a lo “garçon”,
tejanos desgastados,
de tanto tijeretazo.
Botas de motero,
tatuaje carcelario;
siempre fuma Ducados
tras un buen lengüetazo. 

Viste como un hombre,
mea de pie;
se empapa el pantalón,
de la ingle a los bajos.
Verás que risa cuando
su novia le meta mano
en su húmeda entrepierna
y no sea flujo, sea meado.

Una sola cosa
yo le discuto:
Odia los penes,
ama sus sustitutos.
La carne aborrece,
el plástico adora:
Cuanto más envejece,
más pilas agota.

Camisa de franela,
el pelo a lo “garçon”,
tejanos desgastados,
de tanto tijeretazo.
Botas de motero,
tatuaje carcelario.
Siempre fuma Ducados
tras un buen lengüetazo.
¡Lesbiana marimacho!

> Solo de guitarra <

Safe Creative #1305235146431

Mimo

Mimo es el décimo tema de nuestro segundo álbum, Kon el Rabo Enroskado, y trata sobre una de las peores lacras callejeras de la sociedad moderna.

Los mimos apestan – eso sólo bastaría como introducción a este pedazo de tema pero vamos a extendernos un poco más porque no queremos ser tan vagos como ellos.

Amigos… CochinilloZ… GorrinoZ como nosotros… Las calles de nuestras grandes ciudades se han llenado de mimos – ¡qué asco! Los que no vivimos en alguna de ellas podemos considerarnos muy afortunados por no tener que verlos a diario, realizando sus manidos y aburridos números de “mímica“. Mas… mal de muchos, consuelo de tontos. Tarde o temprano, deberemos visitar alguna de esas grandes ciudades – ya sea para realizar alguna gestión o, simplemente, para ir de compras o de copas – y acabaremos tropezando, inevitablemente, con uno de esos “artistas” – así se autodenominan ellos con una falta total de vergüenza.

Artistas… ¡¡¡¡JA,… JA,… JA,… JA!!!! (Nos reímos del mimo, no con el mimo; que quede claro)

Según nuestra opinión, que es la única que vale en este blog, de artistas no tienen nada. Sólo son unos vagos que tratan de sacarle algo de dinero a la gente repitiendo, una y otra vez y otra y otra vez más y así sucesivamente, los mismos trucos – raídos, gastados, caducos por el uso indiscriminado a lo largo de ya demasiados años. Trucos muchos de los cuales ni siquiera tenían gracia cuando los realizó el primer mimo de la historia – todo el peso de la justicia universal caiga sobre él. Y mucho menos ahora, después de haberlos repetido durante décadas, si no centurias, hasta la saciedad de los inocentes transeúntes – víctimas de ese cáncer capaz de matarte de aburrimiento.

Si quieren ser artistas de verdad, si quieren actuar de verdad, que se aprendan un guión y que se dediquen al teatro, al cine o a la televisión – si lo prefieren. De este modo, si alguien quiere verlos – cosa dudosa -, no tendrá más que ir al teatro o al cine y pagar su entrada o poner la televisión en marcha; así, las calles de nuestras grandes ciudades estarían mucho más limpias – ya que ni los barrenderos ni la policía parecen capacitados para luchar contra esta basura.

Musicalmente, es un Punk clásico.

Venga, a disfrutarlo.

¡Oink, oink!

 

Mimo

Dicen que Marcel Marceau
era el mejor mimo
pero sólo era una lacra
par todos los artistas.
En dos minutos explicaba
“Joven, maduro, anciano y muerte”
pero la muerta era mentira,
demasiado duró el cabrón.

Mimo de mierda (x4)

Mimo siempre repites
los mimos trucos insulsos.
Olfateas una rosa pero
pesa a estar duchado ¡apestas!
Inútilmente tiras
de una cuerda inexistente.
El resultado es pestilente.
Dan ganas de vomitar.

Mimo de mierda (x4)

Mimo eres un memo.
No te respeta nadie.
Ni siquiera tú mismo.
Y yo aún te respeto menos.
Mi mamá me mimó mucho.
Yo mimo a tu novia.
Mimo, como payaso,
no eres más que un timo.

Mimo de mierda (x4)

Tratas de luchar
contra un viento ficticio
pero no puedes con él;
no avanzas pese al esfuerzo.
Aunque no sería capaz
de arrastrar el sucio olor
de tus silenciosos peos.
Contemplarlo es un suplicio.

Mimo de mierda (x4)

Mimo no eres más
que un pésimo actor
incapaz de memorizar
textos que un orangután
sí memorizaría.
¡Apestando menos, claro!
Con gusto te suicidaría;
para mí sería un honor.

Mimo de mierda (x4)

Mimo eres un memo.
No te respeta nadie.
Ni siquiera tú mismo.
Y yo aún te respeto menos.
Mi mamá me mimó mucho.
Yo mimo a tu novia.
Mimo, como payaso,
no eres más que un timo.

(Sólo de guitarra)

Mimo de mierda (x4)

Simulas estar emparedado.
¡Ojalá fuera verdad!
Simulo dispararte con el dedo;
tú te tiras por el suelo.
Pero es una pantomima.
¡Ojalá mi dedo fuera
un magnum 44!
Mimo de mierda.

Mimo de mierda (x8)

Safe Creative #1305235146448