Warreando por la Dehesa

Os presentamos la portada de nuestro tercer álbum. Y, por primera vez, lo hacemos antes de presentaros algunos de los temas que lo componen. Así que, cochinilloZ, estáis de suerte – o no, ¿quién sabe?

El título de este nuestro tercer álbum, como ya habréis adivinado por el título de la entrada, es Warreando por la Dehesa. Los más avispados y entendidos quizás estéis pensando en si tiene algo que ver con el “Paseando por la mezquita” de Medina Azahara. Pues sí. La elección del título es un homenaje – que pretendía ser velado pero, a partir de este momento, caca – al mítico grupo andaluz de rock – al que admiramos profundamente desde hace muchos años. Eso no quiere decir que el disco represente un cambio de dirección en nuestro estilo musical, ya que nuestro estilo es altamente ecléctico – como bien conocéis todos vosotros, cochinilloZ – y así seguirá siendo por los siglos de los siglos. Amén.

Analicemos un poco el título – ya sabéis que eso nos encanta. Dejando a un lado el tema de escribir guarreando con una W inicial -muy yankee -, que tiene mucho que ver con el hecho de que gran parte de nuestra discografía personal está compuesta por álbumes de grupos americanos, la propia palabra tiene dos significados muy adecuados a este álbum, en particular, y a toda de nuestra obra, en general.

Guarrear es como se llama al “habla” de los cerdos – también llamados guarros, de ahí la palabra. Es decir, que el título alude a cerdos, gorrinos, hablando; pero también cantando, por supuesto. Y eso es lo que se encuentra en este disco: un grupo de GorrinoZ guarreando al compás de sus composiciones musicales. No hay nada que haga más feliz a un GorrionZ que pasear mientras canta sus melodiosas composiciones, al tiempo que trata de encontrar nuevas interpretaciones, nuevas lecturas, a sus complejas letras.

Por otra parte, guarrear también es “hacer guarrerías”, según su 5ª acepción en el Diccionario de la RAE. ¡¿Hacer guarrerías!? ¿Qué puede haber en el mundo más apetecible para un GorrinoZ, para un cochinilloZ, que eso?

No descubro nada a nadie si digo que esa frase tiene, a su vez, varias interpretaciones. Si entendemos guarrería por porquería y porquería por suciedad, guarrear es ensuciar, enmierdar. Y es muy cierto que los cerdos, mientras caminan por la dehesa guarreando (hablando) en los calurosos días del estío, disfrutan guarreando (ensuciando) sus cuerpos revolcándose en la primera charca de barro que encuentren a su paso – para refrescarse, obviamente. Sin embargo, si entendemos guarrería por porquería y porquería por grosería, guarrear es comportarse de forma grosera, poco respetuosa. Eso es lo que solemos hacer nosotros en nuestras letras: tratar temas groseros y, además, de forma grosera, en la mayoría de las ocasiones – no nos importa reconocerlo porque sólo siendo suficientemente grosero se puede llegar al fondo de las cosas; sobre todo, de las cosas verdaderamente importantes, que, muchas veces, sólo son abordables a base de metáforas, parábolas.

D_clQ3ZXsAEwoWJ

La cara de felicidad de este guarro guarreando no tiene precio.

El disco de Medina Azahara se titula, como ya hemos dicho, “Paseando por la mezquita”. Evidentemente, en una mezquita no está permitido guarrear – en ninguna de sus acepciones. Es más, los cerdos ni siquiera tienen permitida la entrada. Los cerdos pasean – y, por tanto, guarrean – por la dehesa – los más afortunados, los de raza pura ibérica, los que más nos gustan.

warreando por la dehesa

Echemos un vistazo al diseño de la portada. Encontramos lo que esperábamos: un grupo de cerdos alimentándose mientras pasean, guarreando, por la dehesa – las encinas bañadas por un sol primaveral. Los cerdos parecen – y hago hincapié en que se usa la palabra parecen – tranquilos mientras buscan, aquí y allá, una bellota que llevarse a sus morros – suculentos si se sirven con una pizca de sal gorda. Si nos fijamos en el cerdo de la esquina inferior izquierda, podemos observar que luce un sello de calidad en su oreja. Eso nos indica que es un guarro de calidad, un cerdo de raza pura ibérica, un pata negra. Así son los temas que ofrece este álbum: guarradas de calidad suprema.

La tipografía es guarra. De hecho, es la más guarra que encontramos – que mantuviera cierto grado de legibilidad. podemos decir, pues, que el título está guarreado. ¿Podía ser de otra manera? Claro que no. Eso es lo que pide este disco: guarrería. Y eso es, también, lo que ofrece: temas groseros y, en ocasiones, poco respetuosos que usan esa falta de respeto por las cosas para escarbar su superficie, tratando de llegar al fondo, al interior oculto, a la verdad velada.

art-escultura la pudizia 1

La pudicia, de Antonio Corradini, más conocida como “La verdad velada”.

¡Oink, oink!

 

Kon el Rabo Enroskado

Hace ya unos meses, os presentamos la portada de nuestro primer álbum, Odas Mágicas. En esa entrada, que podéis encontrar en el siguiente enlace, explicábamos el porqué de ese título; en esta, pretendemos hacer lo mismo pero con nuestro segundo álbum, Kon el Rabo Enroskado.

Empezamos esta entrada como empezamos aquélla. Según la RAE, rabo es una palabra polisémica que tiene, entre otros que no vienen al caso, los siguientes significados:

  • Cola (|| extremidad de la columna vertebral de algunos animales).
  • Cosa que cuelga a semejanza de la cola de un animal.
  • Trapo u otra cosa que por burla se prende por detrás del vestido de alguien.
  • Pene del hombre.
  • En ciertos países de Sudamérica, nalgas (|| porciones carnosas y redondeadas).
  • En Costa Rica, persona que gusta de andar siguiendo o acompañando a otras.

Por otra parte, enroscar tiene las siguientes acepciones:

  • Poner algo en forma de rosca.
  • Introducir algo a vuelta de rosca.

Y rosca:

  • Cosa en forma de círculo u óvalo, con un agujero en medio.
  • Cada una de las vueltas de una espiral, o el conjunto de ellas.
  • Resalto helicoidal de un tornillo o tuerca.
  • En Arquitectura, faja de material que, sola o con otras concéntricas, forma un arco o bóveda.

El título tiene, pues, un sinfín de interpretaciones. Esto nos gustaba porque refuerza lo que pregonamos de nuestras letras: encierran una altísima carga de lirismo, por lo que se debe hacer varias lecturas de las mismas antes de poder llegar al verdadero – y, por tanto, oculto y , en ocasiones, peligroso, cegador – mensaje.

“Rabo enroscado” hace referencia, huelga decirlo, al rabo del gorrino, nuestro animal fetiche y el que da nombre a nuestra banda. De niños, todos dibujamos los cerdos con su típico rabo en forma de tirabuzón. Éste es un rasgo distintivo de su especie – como el hocico. Algo que los define y, por eso mismo, nos define también a nosotros, GorrinoZ, y a vosotros, CochinilloZ. El “rabo enroscado” es, por lo tanto, un símbolo. Y, como símbolo, cuando alguien lo ve, de algún modo, se ve forzado a pensar – sin poder evitarlo, de ahí el poder del símbolo – en aquello a lo que el símbolo hace referencia: cerdos, GorrinoZ, CochinilloZ. Además, como buen símbolo que es del animal al que representa, en él encierra la esencia del mismo. Este álbum encierra, de este modo, la esencia de GorrinoZ, como el rabo enroscado encierra la esencia del gorrino – aquel que haya comido cochinillo al horno y haya disfrutado de la suerte de que el rabo caiga en su plato sabe muy bien de qué estamos hablando.

Por supuesto, nos hacía gracia la asociación rabo – pene. ¿Cómo no? Somos así de primarios –  a la par que podemos ser muy complejos en otras ocasiones. Todos los hombres pensamos “pene” cuando oímos la palabra “rabo” – sobre todo, en determinados contextos. Y un pene que se enrosca como la cola de un cerdo nos hacía mucha gracia. ¿Por qué no reconocerlo? Quedarse en esa gracia, sin embargo, en esa primera lectura, sería no llegar al fondo del asunto y aún se puede profundizar mucho más en el porqué de la elección de la palabra “rabo” para el título. Está claro que un “rabo” no es un pene normal, no; un “rabo” es un pene enorme, majestuoso, potente, un pene del que uno se siente orgulloso – no nos imaginamos a alguien con un micropene diciendo “mira que rabo tengo, nena”, es imposible. Así, la palabra “rabo” hace referencia a la potencia de nuestra música. Además, el rabo del cerdo se puede estirar. Si se le toca la espalda con suficiente habilidad – y cariño -, el cerdo estira su cola hasta enderezarla. Así pues, el disco está “Kon el Rabo Enroskado”, o sea, flácido, mientras está en su caja; pero, al pincharlo y empezar a sonar la música, el “rabo” se endereza, mostrando toda su potencia.

kon el rabo enroskado

El cerdo, al ser acariciado con maestría y cariño, endereza su rabo con velocidad pasmosa.

El rabo enderezado ya no está enroscado – en el sentido de tener forma circular u ovalada y con una agujero en el medio. Más, se puede enroscar, o sea, se puede introducir en algo a vuelta de rosca. Y eso es precisamente lo que hace nuestra música; a base de ir escuchándola, a base de ir descubriendo las diferentes lecturas de las letras,  a base de ir machacándote con sus ritmos y sus melodías, se introduce en tu cerebro poco a poco, siendo cada nueva escucha un paso de rosca más hacia lo más profundo de tu inconsciente, de tu esencia, de tu ser.

kon-el-rabo-enroskado

Kon el Rabo Enroscado, GorrinoZ, 2013

Nos encanta esta portada, lo tiene todo. El culo de un gorrino, de un cerdo, con su rabo enroscado característico, símbolo de estos animales – a los cuales adoramos, como ya hemos dicho en incontables ocasiones -, sobre un fondo rosado, color con que suele pintarse a estos animales – aunque no todas las razas de cerdo tengan ese color. Recordemos que, según la RAE, en algunos países de Sudamérica, la palabra rabo hace referencia a las nalgas, al culo. El cerdo está marcado con el logotipo de la banda, ¿cómo no? Cerdo sobre cerdo. Este álbum es doblemente GorrinoZ. La tipografía es de lo más adecuada. Unas letras que parecen escritas por una persona simple, sin estudios, sin cultura, como si las hubiera escrito un niño muy pequeño o un analfabeto, pero que, como hemos visto, forman una frase con una gran complejidad semántica. He ahí la clave de todo Arte que pretenda serlo con mayúscula: sencillo en apariencia, complejo en el fondo. Fondo al que sólo es posible acceder mediante la reflexión – mediante el uso del raciocinio, unas veces, o mediante la ausencia total del mismo, en otras.

¡¡Larga vida al Rabo Enroskado!!

¡Oink, oink!

Odas Mágicas

Odas Mágicas es nuestro primer álbum – seguro que ya lo sabéis, CochinilloZ. En esta entrada, nos gustaría presentaros su portada.

Todos sabemos que la portada de un disco es algo muy especial. Eso es porque, en general, es la primera toma de contacto entre el álbum y el fan – o sea, la primera impresión sobre el álbum que tiene el fan le viene dada por la portada del mismo. Pero las portadas de los primeros álbumes son, además, la primera impresión que un fan tiene de la banda – en este caso, la primera impresión que el Cochinillo tiene de (los) GorrinoZ. De ahí que esa primera portada deba evocar no sólo el contenido, al completo, del álbum sino, además, la personalidad de la banda. Ya sabemos que, en este caso, muchos de vosotros ya habréis escuchado algunos, esperamos que todos, los temas aquí publicados y ya tendréis una ligera, o espesa, impresión sobre nosotros pero, aún así, creemos que la portada puede ser fundamental a la hora de corroborar o refutar esa primera impresión.

Según la RAE, una oda es una “composición poética lírica de tono elevado que generalmente ensalza algo o a alguien”. Y mágico se define como “perteneciente o relativo a la magia”, en su primera acepción , y “maravilloso, estupendo”, en su segunda. Pero… vayamos un paso más allá. Magia es “arte o ciencia oculta con que se pretende producir, valiéndose de actos y palabras, o con la intervención de seres imaginables, resultados contrarios a las leyes naturales”, primera acepción, y “encanto, hechizo o atractivo de alguien o algo”, segunda. Analizando concienzudamente toda esta información comprobamos que no podía haber un mejor título para este nuestro primer álbum, puesto que los temas que se encuentran en su interior tienen mucho de odas y tienen mucho de mágicas.

Lógicamente, todo tema cantado, toda canción, tiene una letra que, en mayor o menor medida – y en nuestro caso suele ser en mayor -, será una composición poética. Cuando decimos composición poética, no nos referimos a que la letra siga una métrica y rima determinadas. La poesía es otra cosa. Estaréis todos de acuerdo, ¿no? Se puede hacer poesía escribiendo en prosa; luego, la poesía es algo que nada tiene que ver con la rima. La poesía es algo más. Y de ese algo más, nuestras letras tienen a raudales.

Y… ¿qué decir de la lírica? veamos que dice la RAE al respecto. En su octava y última acepción, la lírica es un “género literario, generalmente en verso, que trata de comunicar, mediante el ritmo y las imágenes, los sentimientos o emociones íntimas del autor”. Es evidente que todo aquél, GorrinoZ incluidos, que escribe y canta una canción lo hace para expresar sus sentimientos o emociones respecto a un tema. De hecho, los fan cantan esas mismas canciones porque se sienten identificados con ellas, porque sienten que el autor tiene sentimientos o emociones similares a las suyas, estableciéndose una relación, un vínculo emocional que puede llegar a ser muy intenso.

Visto esto y escuchados nuestros temas, todos vosotros, CochinilloZ, estaréis de acuerdo en que nuestras obras tienen mucho de odas. La inmensa mayoría de nuestras letras no son aptas para personas faltas de sentimiento lírico. Esto es así porque suelen tener múltiples lecturas – muchas de ellas contradictorias – que las convierten en obras de gran complejidad. Complejidad que sólo se puede desgranar mediante una segunda, muchas veces tercera y cuarta, lectura de las mismas. Y, cuando hablamos de diferentes lecturas, no nos referimos a volver a leer la letra, no, sino a las diferentes interpretaciones que las letras puedan tener. De no realizarse el esfuerzo de analizar en profundidad nuestras letras, no se podrá alcanzar siquiera a vislumbrar su verdadero mensaje. Dejadnos que os lo expliquemos con un símil. Si trabajas de marinero durante toda tu vida pero no te has metido nunca en el agua, si no has visitado nunca las profundidades, si sólo te has quedado en la superficie del mar, en realidad, no conoces el mar. Así de simple. Así de duro.

Sigamos analizando la definición de RAE. Una oda “generalmente ensalza algo o a alguien“. Esto lo podemos ver desde el primer tema de este álbum, Tetas y Kulos, que ensalza las tetas y los culos de las mujeres, hasta el último, Epopeya del valeroso soldado gabacho, que ensalza la valentía de los soldados francesas sobre el campo de batalla. Nos vienen a la memoria temas como Mujer de la playa, Vieja violadora, Fillios hippiorum o Suegra. Todas ellas ensalzan a sus protagonistas convirtiéndolos en héroes modernos, elevándolos a la categoría de mitos – nuevos mitos para una nueva sociedad.

GorrinoZ pretendemos que, al escuchar nuestra obra, el oyente desconecte del mundanal mundo mundano y se eleve sobre sí mismo, en un viaje astral – por llamarlo de alguna manera. Indudablemente, eso es tratar de producir, mediante palabras, un resultado contrario a las leyes de la naturaleza. Por otra parte, nuestros temas son estupendos y maravillosos – eso es innegable – y, además, tienen mucho de ese “encanto, hechizo o atractivo” de la segunda acepción de mágico.

Después de esta disertación, creemos que todos vosotros, amados CochinilloZ, estaréis de acuerdo en que decir que nuestro primer álbum, “Odas mágicas”, es una obra repleta de odas mágicas no es ninguna locura.

Odas Mágicas, GorrinoZ, 2011

Odas Mágicas, GorrinoZ, 2011

Hablemos ahora un poco del diseño de la portada. Se escogió como fondo, una imagen de una catedral que asoma sobre los palacetes de una pequeña villa de campo. Por su excelente estado de conservación, todo el conjunto tiene un aire atemporal, de tal modo que parecería sacado de un cuento de hadas. Los diferentes matices de rojo de las flores de los jardines, los colores irreales que el sol del ocaso da al cielo nublado, el blanco de la piedra alzándose tras el ladrillo de los palacetes, todo ello provoca ensoñaciones de otros mundos, ganas de abandonar el mundo real para disfrutar de un mundo imaginario, idílico, mejor, ¿imposible? – justo lo que GorrinoZ intentamos con nuestra música.

Mención aparte merecen los cerdos voladores. El cerdo es un animal que nos encanta – “del cerdo me gusta todo, hasta los andares”, dicen y nosotros estamos muy de acuerdo – y, por esa misma razón, lo hemos tomado como emblema de la banda. Dicho esto, era lógico introducir este animal en la portada. Dada la explicación anterior del título, no podían ser unos meros cerdos correteando por ahí. Entonces se nos ocurrió lo de los cerdos voladores. Es un animal imposible, un ser imaginario – como se expresa en la definición de magia de la RAE -, lo que potenciaba el efecto del título del disco. Pero hay algo más. Estos cerdos, cochinillos más bien, vuelan escrutando el horizonte. Vuelan amenazantes – que dirían Siniestro Total. Se diría que son los guardianes de la escena, de ese espacio idílico, dispuestos a atacar a la menor sensación de amenaza. Así pues, ese mundo idílico no es apto para todo el mundo. Los cerdos, com la esfinge a las puertas de Tebas, impiden la entrada a las personas que no son capaces de desentrañar el acertijo.

Larga vida a los cerdos voladores.

¡Oink, oink!