¡Kómo me gusta tu madre! s el segundo tema de nuestro segundo álbum, Kon el Rabo EnrosKado, y es un homenaje a Kurt Cobain y Nirvana.
Aquí íbamos a poner la típica foto de Kurt Cobain. Sí ésa, la típica. Todos vosotros, CochinilloZ, la habéis visto infinidad de veces. Como todos conocéis el careto de Cobain – antes de que él mismo lo estropeara -, os mostramos una de las fotos que tomó la policía en la habitación en la que acabó con su vida el día de autos.
- Brazo del cadáver de Cobain con el brazalete de identificación del centro de
- desintoxicación del que acababa de salir.
Para los que ya tenemos cierta edad, no resultaba extraño que alguno de los miembros de nuestro círculo de amistades tuviera una madre que estaba de muy buen ver, al menos para nosotros. Pasados unos años, nosotros habíamos crecido muy rápido, alcanzando la edad adulta cuando ellas aún se conservaban jóvenes y bellas – esto hoy en día es harto complicado, por el alarmante aumento de la edad en que las mujeres tienden a tener su primer hijo, lógicamente. Podía ocurrir que, por el roce habitual, surgiera el cariño – y que éste llevara al amor. En caso de ser correspondido, el afortunado jovenzuelo tendría una de las mejores experiencias que pueda tener un hombre – hombrecito, si lo preferís así, CochinilloZ nuestros. Una mujer bella y experimentada le descubriría los secretos del amor, los caminos ocultos del placer. Y no le quedaría otra opción que decirle a su amigo: ¡Cómo me gusta tu madre!
Musicalmente hablando, siendo un homenaje a Nirvana y, en especial, a Kurt Cobain, no podía ser menos que un Punk Grunge. Guitarras muy sucias, bajo machacón, ritmo hipnótico, casi cansino, letra pertubadora, lo tiene todo. El maravilloso riff de guitarra hará las delicias de los adictos al género. Y el solo… ¿qué decir del solo de guitarra? otra obra de arte del más talentoso, musicalmente hablando, de los GorrinoZ. Este tema representa, además, la primera aparición de lo que llamamos “doble estribillo”. Sí, no nos hemos estrujado demasiado los sesos para ponerle nombre, ya lo sabemos – ni puñetera falta que hacía. La cosa surgió casi por casualidad: no nos poníamos de acuerdo en cual de los dos debía ser el estribillo y decidimos poner los dos. Lo cierto es que la cosa funciona mejor de lo que cabría esperar. Así que no os extrañe que volvamos a usar el recurso en el futuro.
Esperamos que os guste tanto como a nosotros – la canción, queremos decir, aunque… pensándolo bien… lo otro tampoco nos molestaría.
¡Oink, oink!
gorrinozpunk.wordpress.com 
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